En una gota de sangre
hay suficiente ADN para
clonarse uno mismo
unas mil veces.
En una gota de lluvia
hay suficiente agua
para aliviar la sed
del desierto del Sahara.
En una gota de tinta
hay suficientes letras
para escribir, poemas
o novelas muy largas.
Basta una gota para
derramar el vaso, y
solo una lágrima, para
que el arrepentimiento
nazca...