De la mesa del poeta habita la sabiduría
bajo esa lamparita de luz tenue
nace un cuerpo desfilando letras
de los labios nutrientes y sabios
fieles a sus dedos magicos de piel de pluma.
Coronados de versos brota el pensar de:
Libertad,
Equilibrio,
Y razón,
Paisajes, historias, anécdotas envuelven
melancolía, tristeza, o amor
por cientos de años, mares, lunas y soles
en un mundo de lágrimas y felicidad.
El corazón vuelve al cuerpo, ;La piel de la poesía
como un libro que son como sus ojos, su espejo
tal vez un diario o una novela
instruyendo como base la enseñanza
valiendose de su inspiración e inteligencia
brota sangre, nacen los poemas.
Donde no acaba nada
y empieza todo lo que debe el sentir
La piel de la poesía
la gran palabra.
Rosa Maria Reeder
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