Ya el vapor del hormigón no es manso
ni el rechinar del sol tan vacío.
“Adelante brigada ligera”,
espeta al silente mediodía,
un alarido bramante
que hasta los demonios envidien…
Mis hermanos.
El aire brilla sobre el sudor perlado
de la caballería y el tropel de ojos firmes,
hasta el más valiente ejército
rinde respetos al paso de miles de esperanzas.
“Adelante brigada ligera”
avanza, sin desfallecer al son de un bravo pueblo
y el valle de la muerte rescribe de voluntades
lo que la historia crucifica sin clemencia...
Al dictador.
Sobre nuestra marcha,
sobre nuestro curso,
sobre los cielos,
sobre la escarcha.
Sobre nuestras estrellas
descansa el latir rebelde e indómito
como un cimarrón de fuego,
en cada corazón estremecido
por el alma llanera,
retozan las luces de libertad…
Venezuela.