No me conformo
solamente
con tus caricias
que son consuelo
de sólo instantes,
quiero tu perfume
sustituto del calmante...
y es que tu cuerpo
despierta en mi interior
ese ardor encarcelado
por la gélida soltería
de un alma sin vida...
Amor, tus labios
me reclaman día con día,
deja que me acerque
y los trataré como se merecen...
con el cariño que su dueña
me ofrece cada noche
cuando entre mis manos
eres estambre de Afrodita...
Sin ruido que los sofoque...
solo el del silencio
de este amor eterno
superviviente de las arenas
del tiempo y el espacio,
te quiero completa
intensamente mía,
tu piel sea
manto de noche
y tus ojos sol
de mis días,
que tu alma
sea guía de la mía
y tu voz música
de mi cielo.