Acorralado en lo cotidiano de un ritual
donde las sombras me parecían iguales;
cuando tu luz se volvió en mi tan real
como sol de noche brillaste tus verdades.
Toda una vida la pasé vacía del tiempo
porque mi tiempo se pasaba sin dar aviso
mientras los días cual hojas por el viento
volábanse fugaces sin retornar al piso.
Supe este amor nos haría interminables
agradeciéndote por eso con observancia.
Haciendo de cada instante algo memorable
transformaste completa mi existencia.
Hicimos el amor desnudándonos las almas
liberando tristezas que el ayer resguardó.
Te sentía tan mía cuando me abrazabas
llorando alegría mis ojos porque tu ser llegó.
Vivimos por los lugares que fueron sueños.
Pasamos atardeceres descalzos en la playa.
Dormirnos la natura al regazo de su diseño.
Atestiguamos a la luna bendiciendo tu saya.
No deseaba el alejarme nunca más de ti
queriendo que mi corazón contigo quedarse
pero ya sabías únicamente que para mi
duraría solo un mes esto de poder amarte.
Dolió no volver a verte entre mis presentes.
Aunque la parca te haya alejado de mi vera
cada vez que te recuerde será noviembre:
el mes en que tu amor floreció mi primavera.