Se acostó a sentir el sol en su piel,
El viento enredaba su cabello, el pasto rozaba su cuello;
Su espíritu lleno de recuerdos,
Sus ojos colmados de lágrimas…
Toda la naturaleza tan presente, todo su ser tan lejano,
Todo el mundo tan distante y lleno de vida,
Y su alma, solitaria, rebosante de muerte.