Noche amarga en medio
de una soledad que no cesa.
Sólo el infinito cielo
y cientos de estrellas
que su brillo apagan
mientras mis ojos se cierran
y se nublan sus esperanzas.
En la calle habita el vacío
que envuelve con desdicha
mi alma.
En lo umbrío se ciernen las penas
sobre la luz de los corazones
que en su lecho quebrantan
sus últimos sueños,
mientras las lágrimas
se dibujan en sus rostros
y el hastío en sus miradas.
Veo tenues figuras
que en mis ojos aparecen,
como el fulgor que
mi ser extraña.
El vacío se llena
mientras cientos de almas
con un fin propio caminan,
pero sólo consigo
vislumbrar la tuya,
a la vez que mi cielo se ilumina
y mis esperanzas te recuerdan.
En el latir de mi memoria te siento.
Soy como un alma perdida
en la inmensidad de una noche amarga,
en medio de una soledad que te anhela.