Clama por ti fuertemente su alma,
implorando tu bendita clemencia,
cual llora al sentir impotencia;
sin sus besos que incitan su calma.
Aunque airoso peleó mil batallas,
y vio florecer su sonrisa un instante;
talvez no resultó muy constante,
el dolor lo golpeó cual canalla.
Dudar de su amor un pecado,
hacia su amada, amor sin fortuna;
quedó en sueños, su esperanza ninguna;
de estrecharla en sus brazos, anhelo soñado.
Si fijase ella su atención en su amigo;
conocería el amor verdadero,
de sentimentos diáfanos sinceros;
pelearía cual guerrero por tus besos benditos.
ah!.. si ella viera los sueños que sueña;
el poeta al dormir cada noche,
colmar de ternura y de amor un derroche;
a la que sueña ya sea su dueña.
Prometio al cielo el poeta,
en su lucha darse nunca por vencido,
en la guerra no flaquear aunque herido;
y en su amor hasta llegar a su meta.
Solo el tiempo dirá el resultado,
ya que medicina es, como ninguno;
talvez conseguirá su amor oportuno;
o será el poeta con el corazón maltratado.
RICHARD SORIANO
3/09/2016