ALAS DE SEDA
Se me rompió la magia en dos instantes
y de pronto ante mí se cayó todo.
Nada soy para ti, -ni ahora ni antes-
tan sólo es que te vi, siempre a mi modo.
Creí crecer contigo codo a codo.
Brillamos con la luz de los diamantes.
Hoy todo lo anegó el sucïo lodo
que emana de silencios aberrantes.
Tarde lo comprendí, mas hoy entiendo...
que donde no hubo nada, nada queda.
¡Jamás será camino la vereda!
Nunca lo pretendí; ni lo pretendo.
Hoy me visto de luz; cambio de atuendo,
¡y me elevan veloz, alas de seda!