Distante del Mundo Antiguo renace
El reino potente de la libertad
Con brío las viles cadenas deshace
La tierra dichosa sin desigualdad.
La patria sacra de hombres valientes
Que dieron sus vidas por sacudir
El yugo de ávidos terratenientes –
Es dulce y digno por Cuba morir.
El pueblo duramente esquilmado
Un día con las armas se alzó,
El cívico pueblo desdichado
La dicha de su tierra alcanzó.
Del mar de sangre, por los santos derramada
Surgió el sol, nuevo y fuerte
Se levantó la pobre tierra adorada –
Luchad, hermanos – ¡patria o muerte!
Los ángeles sus vidas inmolaron
Bregando por el bien de la nación
Y las tinieblas grises arredraron
Con el fulgor de la Revolución.
El enemigo desalmado quiso
Exterminar los jóvenes leones
Mas con su diestra férrea deshizo
Señor Fidel sus malas intenciones.
Y conmovió al mundo flaco y dormido
Aquel rugido del indómito león,
Porque jamás, jamás será vencido
El pueblo – héroe de la Revolución!