Pienso que es la misma luna
la que miramos de noche
como para hacer derroche
si hubiera tanta fortuna.
Cuando estaba en bella cuna,
ingenua mi hada de oro,
guardada como un tesoro
con arrullo de coral,
en magnífico manantial
me dio mi pulcro decoro.
El mismo obliga a bruñir
de alta honorabilidad.
Actuar con integridad
para el ego constreñir.
Aprender a no eludir
los deberes que aparezcan.
Así que por ella crezcan
las virtudes más hermosas
que no serán caprichosas
y a la persona, enriquezcan.
Difícil es el camino.
Durísimo el recorrido,
siempre has de estar decidido
sin cometer desatino.
Cumpliré con mi destino
En la medida que pueda
Con la postura muy queda
sin ninguna pretensión
de abandonar la ilusión
con mi caricia de seda...
Amalia Lateano
@Registrado