El silencio una daga que hiere,
lastima en lo más profundo del alma.
Ese silencio que no rompen las olas,
ese silencio en donde
palabras no afloran
para decir te amo…
Ese silencio que para las horas
debilitando el tiempo.
Ese silencio que martiriza
y forma una llaga
en el corazón sangrante .
Ese silencio que se queda
en el mar encallado.
Ese silencio que naufraga
en la tormenta del alma.
Ese silencio que se queda callado
que se queda agazapado,
Que nos corroe el pensamiento,
invalídese nuestras neuronas,
nos satura la mente de ideas absurdas
y hace que estalle en cólera la razón.
Ese silencio que proclama
una voz en el desierto
en donde ni siquiera existe el eco.
Ese silencio que exigimos escuchar
pero las palabras se las lleva el viento.
Ese silencio que flagela la voluntad
y los deseos de amar.
¡Silencio inmisericorde!
que camina sin hacer ruido
arrastrando los gritos y las voces,
para tirarlas en el fondo del abismo
como si fuesen cosas inservibles,
que se dejan en el olvido
cual si estuviesen inertes.
Es ese silencio que causa la muerte,
que causa la muerte viviente.
Felina