Con dos hojas de papel
hice un barco y un avión
para jugar los tres
en sana diversión.
.
El barquito navega
a orillas del riachuelo
y el avioncito vuela
sin llegar al cielo.
.
El alegre barquito
navega y no se hunde
pero en tristes giros
el avión se confunde.
.
En esa confusión
de extraña maniobra
se cae el avión
Y el barquito zozobra.
.
Mañana otra vez
saldré de nuevo a jugar
con dos hojas de papel
que volveré a doblar.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela