Al mundo le digo, que habrán días en los que ángeles broten de mi
Pues porque ahí habitan, en la mirada mía cuando perdono y en la sonrisa cuando me enamoro.
Pero hay del mundo cuando me arranque un pétalo, porque también soy flor
Y despierto junto con el sol, y anochezco con el viento entre mis hojas.
Soy demonio y hierba mala cuando me hieren y arrancan mis flores.
Y al hombre le digo:
Quien quiera una caricia de ángel, que me enternezca con un beso.
Al que quiera una sonrisa, que me la dibuje después de un perdón.
Y el que quiera guerra, que despierte un maleficio en mi, con una mentira en su boca.
No amanezco ni ángel ni demonio, es usted quien decide vivir con aquel o aquel.
Sírvase de vivir con un ángel o con un demonio.