Tengo mi alma tan a flor de piel
Que me duele ese pisar las piedras;
Ver como se marchita una flor
O el ver morir lejanas estrellas;
Saber que mis hermanos padecen
Con la hoz de un destino, sin quejas;
Que todos habremos de morir,
Ver lo fatuo de vanas querellas;
Como darles a todos la luz
Que desvela el lejano misterio;
Esa senda de forma espiral
Que aniquila cualquier cementerio;
Esa acacia que nos puede dar
El secreto del amor eterno…