Después de tu visita
Para A
Ahí los muebles, ahí la estancia
ya no es la misma que fue ayer.
Se llena ahora con tu fragancia
se ha transformado con tu querer.
Una luz nueva la iluminó
al entrar tú con tu esplendor.
Fue tu presencia que la llenó
de un nuevo brillo, de un nuevo amor.
Nuestros cuerpos ya no son sombra
que unía la fantasía
y esa tarde nos asombra,
¡cuánto en nosotros dormía!
También afuera ya no es lo mismo
ya crece otra enredadera.
Ya mi fantasma cruzó el abismo,
llegó la luz y con ella la primavera.
No habrán silencios no habrán olvidos.
Lucen los árboles sus nuevas flores,
hay nuevas aves haciendo nidos
y en nuestra almas ¡nuevos amores!