Tú que alardeas con porte elegante
diciendo que como ejemplo
han de tomarte,
que cuando tú hablas
los más sabios enmudecen
y su intelecto se desvanece
como gotas de una efímera lluvia
ante un Sol que todo lo puede,
pero luego dices
que en ti la humildad emerge...
¿Quién habló de hipocresía?
Tú que presumes de que
a Narciso eclipsarías
con ese rostro de fantasía,
con ese cuerpo que nadie
sobre el mármol se atrevió a esculpir
por temor a que Miguel Ángel
su David escondiera
y luego vienes falseando
de que por dentro se deja ver
la verdadera belleza...
¿Quién habló de hipocresía?
Tú que impartes moralidad
de que a nadie
has de hacer sentir mal
si mal no hace,
que al más débil has de defender
cuando la vileza acecha
y luego al tímido de ingenuo ser
con tu intimidante soberbia
el miedo le creas...
Dime tú,
¿quién habló de hipocresía?