Apasionada fiebre que me inclina en su esfera
cuando la dulce sangre sucumbe mis sentidos
muriendo poco a poco tras las horas de espera,
hasta vivir el eco de los seres perdidos.
No lloraré en mis versos con lágrimas siquiera...
Suenan lejanos nombres de sueños compartidos
en mis noches convoco y convoco, pareciera
a los duendes : Los sones llorados repetidos.
El paso de las horas se transforma en pasado
se transforma en sonido que se esconde a lo lejos
con esta duermevela, me esfumo tras las rosas...
Pregunto a las estrellas pero no se ha logrado
decir esa palabra guardada en los espejos.
Pronunciarla a los vientos con voces temblorosas…
Amalia Lateano