Juan M. Gámez Ortiz

Un suspiro tan repentino y dulce...

Un suspiro puede alterar el viento,
que sopla hacia donde quiere.
Un suspiro puede mover el mundo,
y lo mueve,
todos los días nos desliza
y nos mece.

 

Un suspiro tan repentino y dulce...
Un suspiro que nadie anticipa
puede surcar la tierra con ternura
y hacer brotar con gracia
del suelo árido el agua que necesita.
Un suspiro tan repentino y dulce,
tan dulce y repentino como ella.