El sol se ve contento muy temprano,
sus rayos calientitos y cordiales,
invitan a la abuela a sus rosales,
que ya acariciará con suave mano.
La abuela de ojos miel, cabello cano,
se olvida de la edad y de sus males,
de cantos va regando manantiales,
cual notas de color de un fresco piano.
Se escucha una canción que la abuelita,
susúrrale al clavel y a los pompones,
y suave hace bailar la margarita.
Hay veces que azulejos y gorriones,
se suman a la bella mañanita,
de abuela, sol, colores y canciones.