Tienes el nombre de una estrella,
el que no sabia y yo me preguntaba
hasta que lo escuche de una boca ajena
que conoce las manos de tu magia.
Esa que es miel en las pieles
y que es un sol por la mañana
que siempre cura la gente
cambiando el dolor por calma.
Ya decía yo, que brillas mucho
y que eres una sonrisa morena
que sonríe a todo el mundo
con los ojos de una estrella.
Y me atrevo a mirarte
aunque no te diga nada,
me atrevo a escuchar tu aire
soplando en mis palabras.