Me sentía en un barco
en esa plancha de madera que va directo al mar
el cual es el mar de acciones y decisiones,
solo faltaba un empujón para que
Yo cayera al agua, un empujon al placer
a ese mar, y sabia que al caer,
que al abrir esa puerta no iba a poder detenerme,
yo escuchaba
“no no” pero el tono era de placer,
de esos “NO” que a simple viste sabes que es un
total si, un deseo escondido e inigualable…
Y asi fue como tu y yo pecamos en ese mar.
Solo nos costó un salto,
un beso,
un parpadeo,
un segundo,
una acción,
una decisión,
un cambio total.
Cada acción lleva a una reacción
en este árbol con miles de ramas que es nuestra vida