Aún duelen las huellas que esculpiste con aquel filoso bisturí, como haciendo túneles de sangre que solo usaste para salir de mi y no volver, pero mi a mi necedad de estar contigo no le causa conflicto alguno, te ama y se quiebra ante ti, para ti.
Mis ojos aun te buscan por todas partes, esperando verte para volver a brillar con dureza, como la de tus besos, aquella que me hacía sentir que realmente la vida se merece vivir enamorado, abrazados, soldados uno al otro.
Porque a pesar de la incertidumbre de amarme y amarte, siempre, siempre, siempre serás tu, mi canción más lenta, llamada amor.