(Respuesta al poema el 9/9/15)
La copa sigue rota
mis labios ya sanaron,
abandoné la furia
abandoné al amor
causante de la herida,
causante del dolor,
causante de la pena
en mi pobre corazón.
Ya no bebo mi sangre
ligada con licor,
se secaron mis lágrimas;
mi furia terminó.
No volvieron a ver
mis ojos a ese amor,
les enseñé a mirar
en otra dirección.
Y les sigo diciendo
como una compasión,
que solo fue mi culpa
por lo que se marchó.
Hoy le guardo el poema
escrito con mi sangre
como una prueba fiel
de lo que fue mi amor.