Ella no entendía su mirada marchita
los labios seguían ordenes de sus sentimientos
el cerebro en su interior grita
y su frágil espíritu solicita viejos momentos.
En su interior derrocado...
El orgullo quebranta sus ojos
el ego despedaza sus esperanzas
las lagrimas derriten sus sueños
y su fe toma obscuras remembranzas.
Paralelo a su mirada perdida...
Las estrellas la acompañan en su dolor
el viento simula una cascada en su cabello
la nariz conspira recordando su olor
para su piel adicta no hay nada mas bello.
Ahogada de dolor...
Desmoronadas las rodillas besan el pasto
manos desesperadas desgreñan la naturaleza
las mejillas de tantas lagrimas no dan abasto
su propia garganta extrañarlo confesa.
Simétrico a su amor...
Reclamos a si misma del porque lo perdona
el ego enfurecido reclama olvidarlo
el orgullo reza pues sabe que ella se sugestiona
este sabe que su corazón desea perdonarlo.