La vieja vida estaba en su patio,
Dicen que ya ha pasado mucho tiempo y está descansando.
A menudo duerme a la vista del sol y de la luna,
La vieja vida se ha vuelto conforme y oportuna.
Contiguo al patio está la calle,
Las veredas y semáforos,
Los peatones y los autos,
El viento y la neblina,
Todos llaman a la vieja vida:
«ven a dar una vuelta, lleguemos a la rotonda y doblamos en la esquina»
Los años pasan y no en vano,
La vieja vida ya no da vueltas,
Ahora ella es un mundo, de infinitas dimensiones y tamaños,
Y como a los viejos sabios
Pídele consejo y álzale la mano
Que quizás le quede poco
Y la vieja vida lo sabe.
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