Mujer! Tu cabellera es ala negra
de un eclipse total de amor nocturno.
Tus cabellos son aros de Saturno
danzantes, que a las sombras tú integras
Tu pelo es negro, más que la negrura,
y parecen dos ángeles dormidos
que se engendran profundo en tus latidos;
cuando a la tarde cae tu hermosura.
Sobre tu testa nacen los crepúsculos
más dulces, romería en tristes flecos
lloran gitanas noches en sus ecos.
Esta noche apagada, y de mayúsculos
listones; vuelvo sobre ti mujer,
y en las aguas de tu pelo a beber.
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David John Morales Arriola