Despues de tanto tiempo,
vuelvo a acariciar tu arena
y me sumerjo en tus aguas,
aguas que me abrazan cálidamente,
haciendo que me estremezca,
a la par que rindo pleitesía
por tan buen acogimiento...
Aquí no hay rocas,
tu paisaje es distinto,
un oasis de palmeras
pareciera dibujar tu cabellera,
también te adornan frescos gorjeos
de pajarillos coloridos
que revolotean y te colorean...
El mismo mar,
misterioso y eterno,
ese mar en que me fundo,
que me susurra desde lo lejos,
que me acaricia
y acurruca con sus olas,
majestuosamente lo siento...
misterioso y eterno...