La luna está hecha de melancolía
y el trago ayuda al olvido
mientras con el lucero llega el día.
...truco...flor...y envido...
Sirva pulpero otra copa de vino
...¡son amigos y yo convido!...
dice un criollo comedido.
Siendo el gaucho
tierno personaje
es como un capullo
del paisaje.
Llorón y conmovido
tiene alma de poeta
de cantor
y de payador dolorido...
y hay cosas que siempre hace
por duro que sea el camino.
En su cabalgar evoca
las trenzas renegridas
de la dulce china
que lo espera
en el rancho de la lejania.
Le canta con amor verdadero
al sol y a la luna...a las flores...
al hornero y al jilguero.
Todo cuenta para la voz de la guitarra
la luz de las estrellas
y el canto de la cigarra...
la canción del viento pampero
y el entreverado pelaje
que luce su arrogante overo.
Y cuando aparece
con el alba el lucero
recuerda
a su caballo estrellero.
En las mañanas sin brisa
enamorado de la dulzura
beben sus ojos
desde el galope de su montura
...de las margaritas y las nubes
la pureza de su blancura.
No olvida...
teniendo como techo el cielo
viejos amores de cantos y serenatas.
Y como gaucho y poeta
es su desvelo
el recuerdo de la primera china
y su beso
cuando montaba en pelo
porque no eran baratas
las pilchas del apero.
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