Solo lo bello merece la poesía
Tanto así como la luz del día,
Rimando a los corazones
Que duermen sus fantasías.
Esbelta mujer de cabello fina
De tez rosa almidonada, linda,
Aquella de tiernas manos
Que me hace esculpir letrilla.
Bañada de un oro azul puro
Su corazón de en oscuro titila;
Alumbrando en mi buhardilla.
De donde se avine la sombra
Que mis ojos siempre miran,
Sin perderse en su pupila.