Quería difundir tu amor
y te encontré extraviado
perdido entre los velos de tu ego.
¡Que fatalidad!
Deslumbrarse con uno mismo
y que el amor sea un teclado
o una fotografía de sí mismo.
Que buena suerte he tenido
al haberte perdido
pude recuperar la confianza
la mirada hacia el infinito
el calor de mis hormonas
la ternura en el suspiro
ya no eres el centro aquel
mi corazón ha dimitido.