Contrastaba viva explosión con la nieve cayendo
como pausa de un cielo enviado escasa tregua
frente al campo minado de exabrupto en tiempos
calcinando esto que cultivamos en rápidas leguas.
Si resultaba mi culpa o había sido errado tu paso
no lo expiaba el pergamino que reconocimos
porque solo fue volvernos adeptos de mesías falso
dejando por escrito la causa que nunca resolvimos.
Volando sobre nubes de un eclipsado firmamento
los ojos de ambos parecían cual inciertos cometas
por dejar la visión marcada en un vaso repleto
de mitad oscura al ahogarnos con este problema.
El mejor consejo para encontrar alguna solución
me lo había dado en la calle de pie un vagabundo
Su experiencia de exportación me dijo con decisión
que por miedo a pisar la calle jamás hallaría rumbo.
Después de pensar alternativa al supuesto desatino
estar contra la pared me demostró la consonancia
de seguir insistiendo aunque se dificulte el destino
porque tu amor vale todo dolor con perseverancia.