Frente al féretro.
En homenaje a Benedetti a la muerte de Luz López Alegre
Ahí estás, silente y solemne.
En ocres tablas reposa tu frágil cuerpo,
aquel que ayer
era lozano ardiente y palpitante.
Cuerpo que atrajo mi mirada
y desde entonces lo amé.
Luz te decía, luz me dabas
fuiste así mi claridad.
En la penumbra yo te miraba.
Contigo el cielo era más limpio
y era mi espacio maravilloso,
si junto a ti yo reposaba.
A mis letras les diste vida
y ahora ellas ¡me dan consuelo!