Deseos sin límites
En el límite del deseo
Hierve la sangre…
y tú nombre aclama…
las yemas de los dedos
respiran tu piel…
Encendiendo la brasa
del rescoldo,
que en tú en mi enciendes.
Llevando entré las uñas
la fuerza que al amar se ama.
Tu piel, mi piel…
Con tus ojos de mirada penetrante
obsesivo de mis senos
presos en tus manos
con la pasión y el deseo que arde
como fuego que no se apaga…
como hoguera encendida
que sus llamas enciende…
Entre dientes...
que muerden las entrañas
como nodriza en tu boca
el fuego crece…
La piel se estremece…
al contacto de tus besos
y el fluido se junta
bajo el vuelo de un suspiro
se deja sentir en el aire
y en el viento.
Los cuerpos se juntan
en uno sólo…
sin límites de deseos.
Alicia Pérez Hernández.
No es la pluma la que escribe, es el alma
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