Vivo en una tierra de sal
y espuma de mar,
de claro amanecer,
de noches fragantes,
y de rojo atardecer.
A la sombra de una parra,
la gente dormita sentada,
en la puerta de sus casas,
entre la tendida colada.
Vivo en una tierra,
con olor a dulce miel,
a aceite recien molido,
a la cal de sus paredes
y al vino envejecido;
se escucha el silencio,
ya se acabó el ruido,
al caer la tarde…
J.Plou