Comprar donde Toño, mi Padre solía,
botella de leche, día tras día.
disfrutar la mañana, el verdor del campo,
y escuchar mil tonos, de las aves su canto.
A veces era yo, a veces mi hermano,
quien surcaba el camino, con botella en mano.
Qué necesidad, o que travesura,
nos llevó a veces, a arralar su blancura.
La quebrada negra, había que cruzar,
se tomaba un sorbo, para luego llenar.
¡Esta leche está arralada!, Papá comentaba,
si, este Toño decía yo, y luego callaba.
travesuras quizás, no estuvo bien,
pero siendo niño, lo disfrute también.
J.Moscoso.
Derechos de autor reservados.
José Antonio Moscoso Vega.
Costa Rica, Puntarenas, Corredores.
13 de septiembre 2016.