Permíteme dolor
Esconderme en tu regazo
Encasilla mi tiempo en la pena y la tristeza.
Déjame soñar con lo imposible
Y transpórtame al olvido.
Hazme tuyo dolor,
Atraviesa mis pensamientos
Y vuélvete loco, implacable,
Como la lluvia aumenta el caudal del río que baja por mis mejillas
Y deja que se erice la piel.
Dame un escalofríos de espanto
Llévame a la habitación oscura
Encarcela la palabra
Dale rienda suelta a los impulsos.
Déjame caer.
Déjame tocar fondo.
Y plantar ahí mis cimientos
Construir ahí una morada
Y poner en la entrada una escalera infinita,
Que me permita ir y venir
Hasta cansarme y aprender
Que el dolor es la base de la luz.