orlando balbas

DELIRIOS DE SOMBRAS

Cedros rígidos, eternos

como soles.

Sin vida en minutos.

Metales de infierno

dejaron desiertos.

Tierra encendida, agotada

lecho de afluentes fantasmales,

las estrellas ya no juegan

con el camino de plata.

Delirio de sombras y oasis,

transmuto en serpiente

absorbido por rayos luminosos.