Erase una mujer preciosa,
dulce aroma le daba al viento,
la mañana le vio celosa,
celos tuvo también la rosa
y el firmamento.
Erase una mujer divina,
hasta el sol la miró a los ojos,
y su piel se doró tan fina,
su mirada era cristalina,
sus labios rojos.
Erase una mujer tan bella,
hasta el viento paró a besarla,
¿era diosa o era una estrella?,
nadie estaba a la altura de ella,
para abrazarla.
Erase ella como una gema,
por los dioses era bendita,
¿era un ángel?... era un dilema,
era bella como un poema,
era bonita.
Su mirada era como el día,
la buscaban los cuatro vientos,
mas la nieve no era tan fría,
y era hermosa mas carecía,
de sentimientos.