Mezclando media luna con la noche
sale la medianoche;
mixtura ideal para lo celestial
porque hace, la oscuridad, especial,
tornando todo mal
cual calabaza, en un mágico coche.
Así fue como lo sentí anoche,
cuando no hubo fantoche
sino solamente ser hombre igual
a las estrellas, a lo que es natural;
respirando lo real,
sin quejas por falso amor con reproche.
Hubo una etapa pero terminó,
donde mujeres por muchas, ya no;
ahora, lo que pasó,
solo serán recuerdos sin acose.
Creo que esto, realmente, es lo que sí quiero,
el conocer ese amor verdadero,
que me quiera y la quiero;
tener su simple flor, de paz y goce.