Tal vez, derrames unas lágrimas.
¿Crees que yo he de enterarme?
Lo interesante sería que esas lágrimas,
las derrames hoy.
Nunca imaginé que podrías
tener en tu alma
tanta pero tanta insensibilidad.
Todo en nuestra amistad
marchaba como la verdadera
debe demostrarse en vida.
Pero ahora que sabes que sufro,
y que en cualquier momento
la muerte vendrá a buscarme,
ni siquiera un llamado telefónico
haz realizado... ni un mensaje de solidaridad.
¿Dónde ha ido a parar
tu corazón y sentimientos?
¿Es que realmente alguna vez
los has tenido como decías?
Ni remotamente llegué a pensar
en esta absurda realidad.
Sabes por la situación
que estoy pasando.
Pero a vos qué mierda te importa.
Abandono total.
Me has matado antes de morir.
Cuando me muera, tal vez
derrames unas lágrimas.
¿Lloraste alguna vez?
¡Sí que has llorado,
porque has amado... y mucho!
Me contaste que él fue
lo más hermoso que
existió en tu vida.
Que fuiste feliz.
Y yo me alegré de tu felicidad.
¡No te voy a mendigar amor!
¡No quiero tu amor!
Quiero sólo tu amistad.
Nunca nos hemos hecho
promesa de él.
Cuando me muera...
¿Derramarás unas lágrimas por mí?
Derrámalas mientras esté vivo...
Que Dios te conceda tener
piedad de mi dolor.
Hugo Emilio Ocanto
Derechos de autor
Julio de 2015