Frente a mi ventana estoy hoy sentado,
recordando nuestros años felices,
mientras llora el cielo desconsolado,
trayendo a mi mente el dia que partistes.
Talvez no te dije cada dia cuanto te quise;
talvez no llegamos a realizar lo soñado,
desde tu partida mis dias son más tristes;
desde tu partida mi corazón es un desierto delosado.
Nunca olvidaré aquel palacio encantado,
que construimos con nuestros sueños úfanos,
más cayó desplomado cuando partistes
y nuestos sueños se perdierón en el espacio.
Si algun dia podria volver a tenerte,
sabrias lo mucho que te he extrañado,
que en mi rezo cada noche te a buscado:
porque mi ojos anhelan solo a tí verte.
Mis sentimientos se resignarón a esperarte,
aunque a si mismos tengan que engañarse,
ya que a tí nunca de amarte dejarón:
siendo yo mismo el engañado.