Nunca le pidió nada
Ni reclamos le dedicó,
Con migajas se conformó.
Invisible para todos
Esperando un lugar
Que nunca llegó.
Un amor prohibido
Que nunca la luz vio,
Y bajo la tenue luna
Esperó y esperó
Para tenerlo de nuevo,
Para ser su dueño,
Solo unos momentos.
Acostumbrado ya estaba
A lidiar con tanta batalla.
Y con el pasar del tiempo...
Luchó y luchó
Pero finalmente
rendido murió.
Silvia Sago.