Cuando los acantilados de la vida
se encuentren cercanos a tus pasos.
Cuando un adiós se convierta
en tu melodía triste,
comparsa de noches sin sueño.
Cuando te detengas a verte
desde la llanura de las sábanas vacías.
Cuando las calles sean estrechos rincones,
predios baldíos de razones.
Cuando se destiñan las memorias
y su savia de angustias impregne tu alma.
Cuando el tiempo galope sobre tu piel,
huérfana de sudor.
Cuando los días sean largos
laberintos de incomprensión
y penas regadas en la alcoba.
Cuando habites los silencios
con murmullos de tiempos pasados.
Cuando las espurias palabras
se hayan detenido,
nos salvará el recuerdo.