Aunque trate de negarte, aunque trate de evitarte;
siempre termino cerca de ti, una y otra vez.
Y mis sentimientos se revelan contra mi
para empezar a sentir de nuevo.
Semanas sin inspiración, semanas sin acción.
Solo fue cuestión de tiempo, solo fue cuestión de suerte
el tener que verte y convivir frente a frente.
He vuelto a escribir, he vuelto a hacer una carta.
He dejado salir mis pensamientos
y me volví valiente por un momento
para recordarte lo que alguna vez te había dicho.
Y ahí me ves, como un adolescente primerizo
en mi cuarto, frente a la lámpara de rincón
escribiendo un secreto a voces
escribiendo mi confesión.
Mis ojos tienen la culpa, pues te miran de más
y mi corazón latiendo a ritmos exaltados
provocan que ya no pueda aguantar un segundo más.
Tenía que decírtelo, tenía que liberarme.
Liberarme cual pájaro salvaje en jaula.
Liberarme cual león en zoológico o circo.
Liberarme y tranquilizarme.
Liberarme o explotar.