Pasó la tarde tormentosa
Y por el día relevada,
En la naciente madrugada
Se disolvió la dolorosa
Ardiente tarde despiadada...
La alba fresca despuntaba,
La alba fría y nublada
Tras el sopor nocturno vino,
La llaga vieja se callaba
Por el error y desatino,
Por la vileza causada,
La llaga vieja se cerraba...
Aquella brasa vespertina
Se extinguió en la divina
Vacía y tranquilizante
Callada hora matutina,
La hora fría y calmante...