Donde te encuentras, repito,
afónico de gritar
pero no te puedo hallar,
¿es que no escuchas mi grito?
Danzo en el eje y orbito,
siento el pecho crepitar,
y mi voz al barbotar
tu nombre que al infinito
se pierde tácitamente,
mi corazón abatido
triste de haber ensalzado
tu amor, se siente impotente
abatido, pero urgido
de amores nuevos, tentado.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BC. MÉXICO, Enero 14/17