Manos aterciopeladas
acariciando mi piel,
bajan hacia las veredas
de mi ardiente intimidad.
Boca ¡oh dulce y húmeda boca!
al besarme me enamora
y su lengua me despoja
de toda calma y cordura.
cuerpos cual olas del mar
uniéndose apasionados
hasta el climax alcanzar
con el sudor empapados
respirar nos cuesta tanto
cuando los fluidos se unen
y escuchamos solo un canto:
Melodía de Corazones!.