Marc Tellez Gonzalez

Te pertenezco.

 

 

Aparece la noche, tal vez es inevitable que el tiempo pare cuando en ti pienso; sobre la tierra el viento silba su canto trayendo con él tu recuerdo; mi corazón dice en voz baja - querida, te pertenezco-.


Los horizontes son callados y sombríos, como la tristeza que guarda el luto, mis pensamientos y mis plegarias a Dios; quizás será porque a tu oído no dicen nada estando sin mi, más lo que tus ojos pueden ver estando tristes.


Sí..... tu mirada que alcanza la razón más aya de la intención y el sabor del cielo que en ti cosecha todos mis ayunos y desfortunos por quererte tanto.


Oh.... silvestre jazmín, que reflejas con mayor intensidad la luz que cae en tus pétalos de plata y que calienta el infinito desolando todo lo que es ajeno a ti.


Ya no saben igual las tarde, ni los manjares más exquisito que besan mis ojos.


Los duraznos ya no tocan mis labios con su terciopelo, porque tus besos son más castos que el mismo cielo.


De ti son mis suspiros, pensamientos hasta mis desalientos que húmedos yacen en lo más hondo del corazón.


Sabrás hoy más que nunca, que aún estando triste, te pertenezco como la vida a este bello amanecer.

 

Marc Téllez González.