Conservo los pendientes y collares,
recuerdos de aquel tiempo que fui Diosa
de un césped tornasol de miel rebosa.
¡Qué dulces agasajos y afamares!
Decían que entre lirios y azahares
danzaba mi cintura muy graciosa,
de cierto que vestí de mariposa
y la sirena fui de bravos mares.
¿Qué mirlo tan malsano me maltrata
al poner tantas curvas en mi talle?
¡Espero que mi poética bravata
a la vida sancione…tan ingrata…
y con voz de piedad mi cuerpo entalle
cual rosa horizontal de hermoso valle!